Por Liliana Costa

El transporte rodado es
una de las principales fuentes de contaminación de la ciudades, sino la que
más. Sólo tenemos que pensar en los atascos que se forman en las entradas y en
las principales calles de cualquier gran ciudad durante las horas punta, cuando
la mayoría de la gente o va o viene del trabajo. Cientos o miles de autos, con
uno o dos ocupantes como mucho, avanzan lentamente mientras lanzan toneladas de
gases contaminantes a la atmósfera. Esto termina provocando que el aire
respirado en las ciudades sea de muy baja calidad, algo que afecta
negativamente al medio ambiente y a la propia salud de los habitantes de la
misma. Una imagen que podría desaparecer prácticamente de un plumazo si la
mayoría de esos conductores optara por moverse de forma más ecológica, como
puede ser usando el transporte público, ya que un autobús contamina menos que
cuarenta automóviles; o directamente optando por la bicicleta, el mejor método
de transporte urbano, quizás no el más rápido, pero si el más saludable y
ecológico.
Pero no sólo para el medio
ambiente es positiva la bici, ya que para su usuario lo es en igual medida.
Para empezar, la bicicleta es recomendable para nuestro bolsillo, así por
ejemplo si
quieres encontrar una bicicleta a buen precio mira en tus páginas de
clasificados online, donde
sin duda encontrarás muy buenos modelos por cantidades muy inferiores a las que
podrás comprar un auto, todo sin contar con que su mantenimiento es mucho menor
y que no hay que gastar absolutamente nada en combustible. Por si esto fuera
poco, el hecho de que la bici funcione mediante nuestra fuerza la hace aún más
recomendable, ya que nos ayuda a mejorar nuestra salud y nuestra figura,
dándonos más capacidad cardiopulmonar y ayudándonos a quemar grasas.
Así que es más que recomendable optar
por recorrer nuestra ciudad montados en una bici, ya que las ventajas son
numerosas, tanto para nosotros como para el medio ambiente. Pues mientras
esquivamos los desagradables atascos podemos convertirnos en exploradores
urbanos, buscando rutas alternativas y conociendo a fondo nuestra ciudad, todo
sin lanzar ni la más mínima molécula contaminante a la atmósfera. Así que si
quieres ser totalmente ecológico apuesta por un vehículo de dos ruedas sin
motor, seguro que no te arrepentirás en lo más mínimo.
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