Miedo a la democracia interna
Por Marino Ramírez Grullón
El acuerdo tácito realizado entre Hipólito Mejía y Luis
Abinader para repartirse la presidencia y la secretaría general del Partido
Revolucionario Moderno, a través de dos de sus seguidores demuestra que dentro
de los partidos políticos la democracia interna es un mito más grande que el
del Sísifo.
Ellos nunca lo van a admitir porque les daría vergüenza que
en medio de la consolidación de un nuevo partido en lo que sería su primera
convención interna realizaran un acuerdo para repartirse los principales
puestos.
Y más de ahí
sospecho que la idea fue de Hipólito Mejía quien como político con mañas
seguramente le envió la propuesta a Luis Abinader que éste no pudo rechazar ya
que debe contar con el ex presidente de la República a la hora de promover una
candidatura al Palacio Nacional en caso de ser elegido candidato presidencial.
La decisión de postular uno a Carolina Mejía y el otro al
senador José Paliza además de demostrar que los líderes de los partidos no
creen en la democracia interna, también ponen de relajo a todos aquellos que
contando con su trabajo promocional podían lograr alguna de esas dos
posiciones.
No sólo en el PRM pasa eso, en el PLD ni hablar, el PRD
escoge delegados de dedos y los reformistas ya ni eso encuentran porque las
divisiones internas y la voluntad de estar siempre en el poder los han llevado
a destruir esa organización.
Es decir que con primarias abiertas o cerradas las grandes
masas de aspirantes de los partidos políticos dominicanos no tienen casi ninguna
posibilidad de desarrollarse a menos que no sea mediante amarres grupales,
La democracia interna y las posibilidades de promover
liderazgos abiertos en base al trabajo político y personal está castrado en las
organizaciones partidarias dominicanas.
Lo peligroso de estos procedimientos antidemocráticos
internos es que con el tiempo se quieran aplicar a las prácticas del Estado de
tal manera que la democracia electoral y administrativa también se castre con
el tiempo.
Desde aquí vemos con poca fortuna el término de la próxima
convención perremeísta porque por más tontos que haya en esa organización
muchos se han dado cuenta del acuerdo Hipólito-Luis.
De los demás partidos tanto del sistema como anti-sistema,
que cosa se puede esperar, pués lo mismo que hacen los grandes, donde sus
dirigentes por sécula-seculorum llegan y no entregan jamás.
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